La Torre será la protagonista

¡Faltan 3 días!

Había recién abierto los ojos y contemplaba a su madre.
Su cuerpo chiquito y delgado estaba horizontal en la cama, y quizás para estar "despierto" en su totalidad, aún le faltaba mucho.

Apenas sus ojos veían la luz del día y esbozaba con entusiasmo y alegría, el número que la cuenta regresiva le hacía decir.,

Esas palabras casi dichas en forma de grito, no fueron el corolario de un sueño, ni el decir incoherente de alguien que desea seguir abrazado a la almohada.
Fueron dichas con esa algarabía fantástica con la que muchos niños uruguayos están viviendo estos días previos a su gran final.

118 botijas que harán del 21 al 24 de febrero una linda parte de sus vidas. Un nuevo capítulo en la historia de este torneo de Categorías Infantiles y Juveniles que ya tiene larga data.

Pero que para ellos, será SU torneo.

Y estarán los sub-18, los grandes, los experientes,  muchos de ellos habiendo pasado por todas las categorías precedentes, formando en su memoria innumerables hechos que  hoy forjan su experiencia y los hacen ver ante los ojos de los pequeños, casi como adultos, y sin casi, "los grandes" del torneo.

Pero estarán los chiquitos, los que recién comienzan. Muchos de los cuales serán parte por primera vez en su vida de un torneo que congregue a más de 100 participantes, y nada menos que en un lugar tan bello como la Torre de Antel, lugar al que la mayoría solo puede acceder el día del patrimonio.

Y estarán también los que viajan, los que harán cientos de kilómetros para estar en esta fiesta, y vendrán de Cerro Largo, Treinta y Tres, Colonia, Fray Bentos, Florida, para hermanar en un fin de semana de cuatro días, a todos los jóvenes talentos orientales.






El niño en cuestión participará por primera vez en una final nacional. El año pasado formó parte de las semifinales y quedó por el camino.
Sabedor que el único que pierde es aquel que baja los brazos, se tomó todo el 2018 para seguir formándose y seguir creciendo. Hizo una preciosa clasificatoria que lo llevó a este febrero en el que la cuenta regresiva parece no tener fin.

Sabe y con creces, que el torneo es harto dificil, y que la cúspide es tan estrecha que solo guarda lugar para uno solo. Su entusiasmo y su felicidad cada vez que se pone frente a un tablero, lo hacen disfrutar de cada momento de la partida entregando el máximo en cada movida, sabiendo que el resultado en un hecho anécdotico, pues lo importante es el camino que se ha recorrido.

Y  él, como seguramente tantos niños en las semanas previas a este debut soñado, transitaron un camino de enseñanzas y aprendizajes que sin dudas los hicieron crecer un poco más, en el disfrute y en el entendimiento de esta belleza impresionante que es el ajedrez.

Desde el 21, todo aquel que pase por la vereda de la Torre de Antel, sentirá un ruido extraño, que no será de autos, camionetas ni camiones, tampoco del paso apurado de algún peatón, ni una moto manejada por algún repartidor apurado.

Será el latir de cientos de coranzoncitos, ansiosos por dar lo mejor de si, en un fiesta preciosa y tan llena de futuro. La gran fiesta del ajedrez juvenil uruguayo, Su fiesta.