martes, 19 de febrero de 2019

Bienvenidos los que llegan, un recuerdo a los que no están

En tan sólo dos días, dará comienzo una nueva edición del torneo de Categorías infantiles y juveniles en nuestro paisito, un capítulo más de un torneo que ya tiene una larga historia así como infinidad de recuerdos acumulados.

Tenemos que esforzar y mucho la memoria para alcanzar a recordar aquella primera experiencia del año 1993. Cuanto camino recorrido, cuantos niños que en esos fines de semana daban quizás sus primeros pasos y luego llegaron a ser ajedrecistas consumados.

Sólo tener presente y sacar del baúl de los recuerdos cuando un jovencito Bernardo Roselli defendiendo al Circulo Carmelitano de Ajedrez se coronaba como campeón nacional sub-16 cuando corría el año 1981, así como Andrés Rodríguez en la misma categoría, lograr el título tiempo después de manera consecutiva durante cuatro años (1986-1989).

También están la cantidad de niños que hicieron esa experiencia y por determinadas circunstancias el ajedrez para ellos comenzó a ser un recuerdo, más que un compañero de camino. Pero ese recuerdo, sin duda quedó marcado y mucho por esos fines de semana en los que compartían sus gustos por el tablero con compinches de todo el país, con muchos de los cuales hasta tranzaron amistad que perduran hasta el día de hoy, siendo  más fuertes ella, que su conocimiento actual de jaques, descubiertos o dobletes.

Esta edición 2019, a aquellos que peinan canas y de vez en cuando caen en la nostalgia por el pasado, además de recordar nombres de botijas que hoy son hombres, piensan en instituciones que durante años fueron muy protagonistas de este torneo. Y aún hoy les parece mentira ver un Torneo de Categorías que va comenzar sin la presencia de Paysandú, Mercedes o el entrañable capitalino Progreso.
Fuertes si los hubo, estos tres clubes siempre aportaron calidad y cantidad a los torneos, siempre mirados con respeto por sus adversarios.

El trabajo "heorico en la heroica" realizado durante años y consolidando un proyecto por demás elogiable de los gigantes Horacio Arévalo, Julio Campopiano, y Rúben Ulaneo, junto con el semillero permanente aportado por el docente Dionisio De Cuadro; la tribu mercedaria que llegaba siempre con los apellidos Izquierdo y Donatti como insignias gigantes de un departamento que sabía generar familias ajedrecistas; y el querido motor tejano, el humilde capitalino club Progreso, que sintiéndose David en tierras de gigantes, sacaba a relucir un trabajo cooperativo en el que muchas manos se unían para llevar adelante la gran tarea de acercar el juego ciencia a quienes más lo necesitaban, difundiendo y capacitando, en un trabajo que llevaba muchos nombres atrás, pero que tenía en la faz dirigente a Gustavo Sancristóbal y en el aspecto deportivo a Rúben Hipogroso, generando un sentimiento por la institución de permanencia y de arraigo más que admirables.

Siempre en los repasos quedarán por el camino otros, si esforzamos la memoria un poco más, sin duda el gran trabajo de Aniel Carnebia en su querido Chaturanga, el gran aporte que desde los palmares esteños hicieron la banda  de Cristian Silvera arrimando gurises rochenses a la gran fiesta , y tantos más a los que pedimos disculpas por la omisión.


El año pasado cuando la fiesta infantil fue en Treinta y Tres




El tiempo pasa y con el los cambios, añorando a quienes hoy nos faltan, pero recibiendo de brazos abiertos a quienes se suman.

"Lo único permanente son los cambios" alguien supo decir, y vaya que es cierto.

Hace unos pocos años irrumpía en el ajedrez nacional, una gran movida en Nueva Helvecia con un Gustavo Rivas quizás un poco ajeno a esta actividad pero con mucho conocimiento del  manejo de grupos y de llevar adelante proyectos exitosos, poco después la creación de Enroque Largo unía los esfuerzos de la gente del Olimar con los de la tierra de la gran Juana. De esa manera la labor de Andrés Choca desde su Melo, potenciaría su fuerza con todo lo hecho por el encomiable Mario Dávila en Treinta y Tres junto con su "seguidor" Andrés Miraballes.

Hoy llegan vientos nuevos, que traen renovadas energías a esta actividad, desde Florida, y Fray Bentos se suman y esperemos que por muchos años.

Gonzalo Pérez, lider del ajedrez floridense, ha tomado para si, el desafío de difundir y consolidar el juego en su suelo, con la formación de jugadores, y la realización de actividades en su tierra, al igual que Richard Manzanares en la patria fraybentina, donde de la nada y con un trabajo de hormiga laborioso pero sin descanso ha logrado reunir un muy lindo número de seguidores infantiles, a los que provee de todos sus conocimientos y al igual que Gonzalo, consolida esto con actividades dignas del mayor aplauso.

En dos días se levanta el telón.
Serán cuatro días que dejarán inolvidables recuerdos.
Una página más que disfrutaremos en presente y colocaremos en nuestra memoria como un bello momento para tener presente siempre.

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